como los monos de gibraltar

jueves, 29 de noviembre de 2012

sábado, 24 de noviembre de 2012

Silbiditos

Si supieras cuantisimas ganas tengo de levantarme de la silla, cruzar la habitación y darte una hostia mientras silbas o haces gorgoritos al son de una opera o una banda sonora...

miércoles, 21 de noviembre de 2012



En estos tiempos conciliares y de desvarío estético viene bien un poco de AOR para serenar el espíritu.
Siempre que oigo gente hablar en catalán me río porque me recuerdan a los venga monjas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

viernes, 16 de noviembre de 2012

Mis canciones (II): Hoy, priest comparte piso con un amigo

La única vez que he compartido piso con un amigo fue a lo largo del último cuatrimestre antes de irme de erasmus.
Fueron unos meses de curro a saco para quitarme de en medio todas las asignaturas que me faltaban y así dejarme solo el proyecto para el eramus. También fueron meses de muchas risas y ligoteo. De trabajar codo con codo con mi amigo para sacarnos las prácticas de las infinitas asignaturas que teníamos, cubrirnos las espaldas cuando estabamos en grupos más grandes, planear viajes de fines de semana, realizar planes de ataque a objetivos femeninos, etc, etc. En ese contexto, por ejemplo, recuerdo que él hizo mi parte en la práctica de una asignatura y yo, a cambio, redacté un texto sobre seguridad vial para una beca de estudiantes del Santander bajo su nombre. Beca Fernando Alonso, creo que se llamaba.

Por aquel entonces, Neomenia sacó su primer y único disco y yo lo escuché tan a saco, que mi amigo, que de jevi tiene poco, se medio sabía ya las canciones.
Este tema en concreto lo pinchaba especialmente porque andaba yo todavía un poco tocado por un asunto y me identificaba bastante con la letra.


Y sí, uno de los ganadores de la beca fue mi amigo. El pobre sigue sin saber de qué va la película Crash a la que hacía referencia un par de veces en el texto...

jueves, 15 de noviembre de 2012

Pateando la calle: Se ha muerto El Golden

El Götterdämmerung, el cambio de paradigma, el fin de una época.

Las calles de mi viejo barrio se quedan huérfanas: se ha muerto El Golden. La Colonia, ahora, es menos insalubre, cierto, pero ese tonto, que era alegre como unas campanillas de plata, aunque espeso en su (falta de) higiene, pedigüeño, trolero, fantoche y un varas ha dejado un hueco difícil de llenar. En parte porque la tasa de esquizos parece haber descendido en la barriada y en parte porque El Golden retenía líquidos.

Esta vez parece que es cierto. Digo esta vez porque ya se me avisó de su fallecimiento y años ha, trotando por el parque, a punto estuve de quedarme muñeco cuando, en un banco, 98 kilogramos de ectoplasma  levantaron la mano y sentenciaron: "no corras que es de cobardes". Como dijo el otro las noticias de su muerte habían resultado exageradas y ahí estaba, con un celular Ericsson king size prendido del cinturón que nunca funcionó pero que llevaba "para ligar". Bien que me alegré, y no por empatía, pues las alternativas eran o un delirio repentino o una fantasmagórica aparición del más allá pero de las que no hacen cántaros de alfarero, como Patrick Swayze, y encima huelen mal.

Ahora me dicen que sí, que se ha muerto de verdad, que no hay duda, que el barrio huele un poquito mejor pero que ya nadie vende las pilas alcalaínas (sic).

lunes, 12 de noviembre de 2012

Mis canciones (I): Hoy, priest se examina

El frío internet no nos permite conosernos debidamente, pero eso va a cambiar con esta sección, auténtico recorrido músico-vital de los autores que se presten a formar parte de ella.

Para inagurarla, he escogido este tema del segundo disco de Centinela, que da nombre al grupo y que, sin ser mi favorito del grupo, se convirtió en mi fiel compañero de los años de la universidad, de tal manera que cogí la costumbre de poner la canción justo antes de salir de casa, mientras me ataba los cordones y me ajustaba el cinto de balas. Y es que amigos míos, yo no sé para otra gente, pero para mí ir a un examen de la carrera era como ir a la guerra. Esos exámenes interminables, de 3 y 4 horas, en los que no solo era necesario haber estudiado si no también, lo que en las ingenierias se llamaba "tener la idea feliz". Eso y una fuerza mental para no entregar el examen nada más recibirlo al ver que tenía preguntas verdaderamente ignotas (a un chico le fue peor, y en una de las últimas asignaturas de la carrera le dió un ataque epiléptico a los 10 minutos del sofoco de ver lo puto que era el examen) e intentar rascar décimas contestando todo. Todavía recuerdo escribir algo como "He olvidado la formula para obtener X, por lo que no puedo continuar el ejercicio, sin embargo, los pasos a seguir son los siguientes: 1º) bla bla bla".

Pues eso, que uno intentaba ir con la mayor entereza, energia y espiritu de lucha posible. La canción Centinela me ayudaba:


Otra anécdota: en los primeros años de la carrera, la presión de no verme capaz de aprobar me vencía siempre, y hubo varias veces que entregué el examen en blanco o sin terminarlo, creo que porque me asustaba intentarlo de veras y fracasar. En el dificilisimo examen de una asignatura que veo que ya no está en el actual plan de estudios, tras haberla estudiado muy intensamente y haberla suspendido ya dos veces, me levanté a mitad del examen para entregar la hoja. Entonces me acordé de la canción de Ñu "No te dejes ganar", me volví a sentar e intenté contestar todo lo que pude. Aprobé con un 5,3.

No te dejes ganar 
aunque tengas el mundo contra ti 
No te dejes ganar
aunque veas que vas perdiendo

Los coros los hacen las mujeres que luego se dieron en llamar "Las supremas de mostoles"

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Amor y pedagogia


En el primer capitulo...

 "Cuéntenos, cuáles de los géneros literarios le hacen titilar como animal y como cuerpo luminoso?"
"El teatro me encanta, me mete muchisimo (...) la pregunta de Macario."

En cuanto a la novela, ahora mismo lo que me la pone más dura son los tochacos rusos; esos cabronazos que te obligan a aprenderte tres o cuatro nombres por cada uno de los cientos de personajes que desfilan por sus inacabables tatuajes, digo... páginas.



En estos momentos, sin embargo, estoy leyendo una novela muy cortita de Unamuno llamada "Amor y pedagogía" que me está gustando una barbaridad. Me parece divertidísima, pero no sé si entronca con un sentido del humor muy español con el que yo me troncho pero que para otra gente no tiene ni pizca de gracia. Hablo de un señor muy culto, Don Avito Carrascal (ya solo el nombre me parece cojonudo), que decide casarse y tener un hijo para desarrollar su teoria de que cualquier hombre puede ser un genio con el debido acondicimiento pedagogico. Su método, como veremos en el parrafo a continuación, comienza incluso antes de nacer:

—¡Vamos, Marina, un poco más de alubias!...
—Pero si no me apetecen..
—No importa, no importa... ahora tienes que comer más con la reflexión que con el instinto, más con la cabeza que con la boca... Vamos, un poco más de alubias,alimento fosforado... fósforo, fósforo, mucho fósforo es lo que necesita..
—Mira que luego no voy a poder comer la chuleta...
—¿La chuleta? ¡no importa! ¿carne? No, la carne aviva los instintos atávicos de barbarie... ¡fósforo! ¡fósforo! 
Y Marina se esfuerza por hartarse de alubias.

Continua nada más terminar el parto:

El padre le coge y le lleva a la balanza, a pesarle; luego a una bañera especial que a prevención tiene, y ¡adentro del todo!, que le cubra por completo el agua, para ver en el tubo registrador el número de litros que ha subido, el volumen. Con peso yvolumen deducir
á luego su densidad, la densidad genial nativa. Y lo talla, y le toma el ángulo facial y el cefálico y todos los demás ángulos, triángulos y círculos imaginables.

Y se desarrolla en serio en paralelo con el crecimiento del muchacho, Apolodoro:

Esto fue ayer y hoy encuentra Marina a su marido pinchando al niño con una aguja, interrumpiendo del sueño su corazón de madre, exclama:
—¿Pero estás loco, Avito? ¿qué haces? 
Y el padre sonríe, vuelve a pincharle y contesta:
—Tú no entiendes...
—Pero, Avito —añade con mansedumbre.
—¡Es que estudio los actos reflejos!
—¡Qué mundo este, Virgen Santísima! — y recae en el sueño. 
Y aún le queda por ver esto otro, y es que haciendo que Apolodorín se coja con ambas manos del palo de la escoba le levanta su padre así en alto. La madre tiende losbrazos ahogando un grito, y el padre con enigmática sonrisa dice:
—Esta fuerza de prensión, propiamente simiesca, la perderá luego. Nuestrotatarabuelo el antropopiteco y nuestro primo segundo el chimpancé...
—¡Qué mundo este, Virgen Santísima! —y adéntrase aún más en el sueño.
Otras veces es ponerle una vela ante los ojos y observar si la sigue con los ojos, o hacer ruido para llamarle la atención. Y en estas y las otras he aquí que al arrimar el niño su manecita a la lumbre de la vela se quema y rompe a llorar y tiene su madre que acallarle d
ándole el pecho, mientras la madre le tapa la boca con la teta para que no pueda llorar, Avito:
—Déjale que llore; es su primera lección, la más honda. No la olvidará nunca,aunque la olvide—y como la madre parece no fijarse en el profundo concepto, prosigue el padre: 
—Así aprenderá que el dedo es suyo, porque ese llanto quería decir: mi dedo ¡ay! mi dedo. Y del mí al yo no hay más que un paso, un solo paso hay del posesivo al personal, paso que por el dolor so cumple. Y el yo, el concepto del yo... 
Al ver con qué ojazos desorientados le mira Marina, se calla Avito, envainándose el yo.

http://de.scribd.com/doc/103388358/Unamuno-Miguel-de-Amor-y-pedagogia

lunes, 5 de noviembre de 2012

Calypso Craze (III) del tam tam a la siderurgia corporativa

¿Un pollo al disco? Nooo.. Pan tenor
Tranquilos, no se ahuyenten por el ostentoso título, recójanse que les voy a hablar sobre el metal, el dulce metal. Bueno del acero, el dulce acero en realidad, para qué engañarlos con la variabilidad del carbono, y para qué entusiasmar el corazón del pobre Priest en vano si yo solo hablo de mis cosas. Y lo voy a hacer en tono epistolar y como es lógico y habitual, utilizaré la técnica del menor esfuerzo para realizar mi cometido. aún así espero que sea instructivo y sea una fuente de información ampliable, como una especie de Tesauro hecho por vuestro Sidney Poitier con las limitaciones y errores que ello conlleva. Nada tío. yo llevo enganchado a esta mierda de las steel bands desde hace tiempo. si quieres te paso luego la recopilación completa porque no me dio tiempo a poner todo. aunque hace relativamente poco han sacado unas recopilaciones que contienen bastante mierda funk-steeliana. "West Indies Funk" y "West Indies Soul".

Base
 También tienes Calypsoul 70 de Strut Rcds que hace un paseo por la Antillas menores y un repaso de hard to find bastante currado. Los venden bien baratos en la bahía pirata, por cierto. El instrumento es una pasada. He visto esas bandas por la calle y la verdad que lo flipas que un pedazo de tonel que llevaba crudo saque ese sonido. tienen sus escalas y la movida tiene tradición antiquísima, pese a que su invención date más o menos durante la época de la segunda Gran Guerra. Pero la cosa viene de antes, los negritos todavía esclavos, se juntaban en carnaval para hacer unas especies de jams con tambores y toda la parafernalia corespondiente. Todo esto en bandas separadas y diferenciadas que daban una primigenia idea de lo que más tarde sería una competición en toda regla. Así que volvemos a la década del invento que se supone fue dándose de manera conjunta. Si no hay guita hay que buscarse las habas y si se rommpe se compone como dice la canción. Así que de la mierda aceril, los trozos de chapa y las ganas de sacarle sonido a lo que sea surgió el instrumento. Yo prefiero esta historia, por romántica y por esa capacidad de superación del ser humano que podría patrocinar una Coca Cola Company por ejemplo. La otra versión es que quien descubrió que a un cachoacero se lo podía moldear para sacarle notas fue Winston Spree Simon, hombre-leyenda de Port of Spain.

La Wikipedia te lo deja más claro: Los tambores metálicos de Trinidad son construidos mediante la percusión de las tapas de los bidones de petróleo hasta adquirir una forma semejante a la de un tazón, proceso conocido como hundimiento del tambor (en inglés, sinking the drum). El tambor es temperado al fuego, hasta que esté al rojo blanco, y es posteriormente enfriado. Una vez hecho lo anterior, el tambor es afinado mediante martillos y otras herramientas que permiten que en diversas partes de la superficie del steelpan se produzcan sonidos distintos. El tamaño del instrumento es muy variable. Puede llegar a tener la falda —la parte cilíndrica de lo que fue el barril petrolero— dividida en treinta notas diferentes. Existen algunos steelpans cuya superficie está dividida en únicamente tres notas, en cuyo caso una persona puede tocar hasta seis tambores. La longitud de la falda varía de acuerdo a la tesitura del instrumento.
Cellos Pan

Double Guitar Pan

Double Second Pan

Las steelbands consiguieron así lograr máxima difusión en los subsiguientes años y conformándose en el símbolo del país. Ni bien llegas al aeropuerto (recomiendo beberse unas birras en el bar de la salida, uno de los pocos sin rejas, con un ambiente bastante cachondo y gentes de lo más colgada) tienes (o tenías) unas steelpans afinadas en diferentes escalas y un par de steel drums, que se utilizan mayormente como acompañamiento por su sonido grave. Aunque siempre metálico, el sonido me parece siempre bastante dulce y agradable, aunque es verdad que lo prefiero sustentado por otros instrumentos según que géneros se aborden. Las grandes compañias ni lerdas ni perezosas se apuraron a profesionalizar las iniciáticas bandas y a poner pasta para autopromocionarse, como hacen LaCaixa ahora o cualquier institución de bien. Así que las Panyards eran putos laboratorios intentando desarrollar nuevos sonidos, si hasta experimentaron con la cuadrofonía y todo en los setenta. Mayormente, eran las empresas petroleras las que patrocinaban a las bandas, pero había de todo, desde Pan Am hasta Coca-Cola, pasando por los bancos, claro. Todo era posible. todo era exportable. Todo volvía en forma de beneficios Marca. Piensa que esos putos barriles estaban muertos de asco en la playa, dañando la imagen de tu compañía Texaco y que por arte de magia unos chalados comvierten ese montón de basura en un instrumento. Lo hacen símbolo nacional, te promocionas y tu imagen sube como la espuma. De paso te puedes tirar el pisto de que si no hubiera sido por ti, el instrumento no se habría inventado. ¿Bien, no?

¿un minimixtape petrolero?

Gay Flamingoes Steel Orchestra - Caterpilla

  Esso Steel Band Of Bermuda - Soul Train

  Esso Trinidad Steel Band - I want you back

Desperadoes - No Pan
   

  BRUTE FORCE STEEL ORCHESTRA - Mambo Jambo, Mambo No. 5

 Las demás islas de influencia británica también adoptaron como suyo el nuevo y vibrante sonido del steelpan-drum te dejo una versión de una canción más tocada que la cumparsita de Desmond Dekker y a continuación una versión de Cachakas, el Jungle fever de toda la vida, pero no estoy seguro si esas vibraciones de fondo se corresponden con sonido grave del palo sobre el acero. En cualquier caso es un temazo que acabo de descubrir junto con la discográfica Antillana

Ya en los setenta el instrumento se hizo archiconocido, y una pila de músicos se apuntaron a la cosa, desde el desconcertante Liberace, aquí en una performance totalmente explotadora junto a el clan Brady o el sincretismo de Boney M que lo mismo le daba una steelband que calzarse unas plumas, o bajarse a Galicia. La escena disco tampoco se mantuvo al margen del instrumento y lo incorporaron en sus canciones. John Gibbs es un clásico en los recopilatorios de Larry Levan por ejemplo:
 También en la banda sonora de Fiebre de Sábado por la noche salen dos menciones gracias a Ralph Mac
 donald. Muy dignas ambas:
 
 Y lo que me decías tú, enano, la Tropicana Steel Band y su homenaje a ese ícono AOR "I´m a man" xxxD Y otra que se las trae es esta banda que Mr. Mongo reeditó en el 2009:
 Y luego están los estudiosos del steel drum o pan como Andy Narrel que fusiona con jazz y otras mierdas bastante aburridas el calypso más a la usanza. Es más AOR pero su reunión con Relator se salva siendo agradable por momentos. Aunque no deja de ser una cosa llevada al jazz fusion que ya termina por cansarme y que me recuerda el sufrimiento del ascensor o del dentista. El Narrell es el típico Byrne de la vida.

 

 Pero bueno, ahora mismo y con el revivalismo de lo tropical hay bastantes referencias en las que se utiliza el steel pan, desde Pilooski hasta el nuevo orgullo patrio en materia musical. Por útimo quería enviarle un saludo al payo robot para que no se desanime y siga por el sendero del descubrimiento:

domingo, 4 de noviembre de 2012

Un payo robot japones

Estuve ayer en una cosa llamada Japarade, y antes de que comenzara la inauguración de la exposición, un payo robot japonés vestido de croqueta amarilla y subido a un pequeño camión, pinchaba algo así como música electrónica mientras decía palabras en japonés con un vocoder.
Obviamente, pensé en Ender y grabé un par de videos cortos donde no se ve un carajo pero que valen para hacerse a la idea de la tormenta sónica que tuvo lugar entre la gente vestida de pulpo y de galleta gigante que haciamos las veces de público.